El nuevo Código Penal ofrece una respuesta de hasta seis años de cárcel y multa ante incendios de suma gravedad que tiene una causa intencionada y genera situaciones de peligro para la integridad física de las personas. El texto mantiene las penas de prisión básicas de uno a cinco años y multa de 12 a 18 meses.
Debido a la complejidad que existe en este tipo de delitos y la imperiosa necesidad de hacer una investigación rápida, el enjuiciamiento de los incendios forestales se deja a los tribunales integrados por jueces profesionales y se elimina la competencia del tribunal del jurado en este tipo de delitos.
El Código Penal añade una serie de apartados que castigan el delito de incendio de forma más dura cuando afecte a zonas próximas a núcleos de población. Además, también se suman dichos ítems cuando el incendio es provocado en el momento en que las condiciones climatológicas o del terreno aumenten de forma destacable el riesgo de que puedan propagarse.
La naturaleza corre un grave peligro y nosotros debemos protegerla y no dañarla. Los incendios intencionados constituyen uno de los problemas más importantes para los ecologistas. El cambio climático es otro de los temas que más preocupa, ya que a causa de ello, observamos que en octubre estamos “disfrutando” de una temperatura que no es adecuada a la estación del año a la que nos encontramos. Este hecho, sumado a este tipo de incendios, constituye una unión devastadora que es implacable con los bosques. Debemos concienciarnos con ello y cuidar de nuestro planeta, ya que la naturaleza es sabia y actúa conforme a se está actuando con ella. Otro mundo es posible, por lo que actuemos para que así se convierta y así, podamos disfrutar de un planeta mucho mejor.