Mobbing o acoso laboral: cómo defenderse

Mobbing o acoso laboral: cómo defenderse

El acoso laboral en el trabajo es algo que, desgraciadamente, ocurre con más frecuencia de la que nos gustaría. Podemos considerar que existe un caso de mobbing cuando una o varias personas en un empleo someten a otro trabajador, generalmente de forma psicológica, causándole daños psicológicos y perjudicando su rendimiento.

El acoso laboral puede manifestarse de diferentes maneras. Lo más probable es que se presente con actuaciones verbales (insultos, menosprecio, difusión de rumores que perjudiquen la imagen, aislamiento con el resto de compañeros, poca valoración del trabajo que desempeña, etc.), aunque no sería la primera vez que se presenta un caso en el que ha llegado a haber agresiones físicas.

En este sentido, solemos asociar acoso laboral con jefes o altos cargos de la empresa, pero lo cierto es que esta práctica puede ser efectuada por un compañero del mismo nivel. Por suerte, existen medidas legales para evitar cualquier conducta que pueda perjudicar a los trabajadores.

 

¿Cuándo existe acoso laboral y qué castigos penales conlleva?

Por desgracia, el acoso laboral es difícil de demostrar, siendo el denunciante el que tienen que presentar los documentos que puedan inculpar a una o varias personas. Así pues, para que el tribunal considere un caso de mobbing deben darse los siguientes tips:

  • Debe ser una situación sistémica y no solo un hecho aislado, por lo que debe demostrarse que ocurre con cierta frecuencia.
  • Deben ser actos hostiles, bien sean gritos o comentarios muy negativos que puedan ser corroborados.
  • Las conductas de los sospechosos deben poner en riesgo la integridad del trabajador.

El acoso laboral tiene un castigo bastante importante si consigue demostrarse, con una pena de prisión de seis meses a dos años, según lo dictado por el artículo 173,1 del Código Penal. Este precepto penaliza a quien, en el ámbito laboral o funcionarial, y prevaliéndose de una relación de superioridad, realice contra un empleado, de forma reiterada, actos hostiles o humillantes que supongan un grave acoso contra el trabajador

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